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Ámbar García Vargas

Llegué al CET un poco por casualidad y fue una gran oportunidad. Buscaba simplemente una residencia de estudiantes y encontré una pequeña familia en la que te sientes como en casa. Eso ha sido para mi el CET.

El trabajar desde que empecé a estudiar me ayudó al desarrollo de competencias que tanto se valora hoy en día. Te ayuda a madurar, a organizarte, cuanto menos tiempo tienes más lo aprovechas . Te ayuda también a pensar en los demás. Te hace sacar lo mejor de ti y a conocerte. Descubrí gente increíble, diferente, con la que disfrutas y compartes un montón de cosas. Sé que el CET ha sido la mejor elección durante mis años de carrera; y por todo lo que me ha aportado desde hace un tiempo colaboro con este proyecto. Me gustaría ayudar a que otras personas aprovechen esta oportunidad.

Ahora me ilusiona apoyar a las estudiantes que llegan al Proyecto CET sin conocer nada, como yo llegué. Por eso, estoy trabajando en la adecuación del proyecto a los retos de los jóvenes actualmente. He intercambiado experiencias con personas de otros CET en sitios muy distintos de toda España; y me ha servido para reflexionar, e intentar fundir la experiencia de todos estos años con el nuevo paradigma laboral y social. Hemos analizado lo que hacemos y que cosas podemos mejorar y cambiar. Y en esto es en lo que estoy implicada ahora.

Me ilusiona trabajar por mejorar este proyecto, de modo que mucha gente pueda beneficiarse de él.

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